samedi 6 mars 2021

CLOROVEO I REY DE LA DINASTIA MEROVINGIA Y FUNDADOR DE FRANCIA!!!!!!

  
Portada-San Remigio bautiza a Clodoveo, óleo del Maestro de Saint Giles pintado en torno al año 1500. (Public Domain).

El vengativo Clodoveo I: rey de la dinastía Merovingia y fundador de Francia

Clodoveo I fue el segundo rey de la dinastía Merovingia, y el primer monarca en unir a todos los francos de las Galias bajo el poder merovingio. Por este logro, a menudo se le considera el fundador de Francia. Además de por esta unificación, Clodoveo es también recordado por su conversión al cristianismo. Como en el caso del emperador romano Constantino, la conversión de Clodoveo estuvo relacionada con una batalla, y puso los cimientos de la conversión de los francos al cristianismo (más concretamente al catolicismo romano, en oposición al arrianismo, muy extendido en aquella época).

Poder militar

Clodoveo I nació en torno al año 466 d. C., y era hijo de un jefe de tribu llamado Childerico. El padre de Clodoveo era el líder del pueblo germánico conocido como los Francos Salios, por aquel entonces aliados de Roma. A la muerte de Childerico, Clodoveo, que contaba apenas quince años, heredó el puesto de su padre. Cinco años después de haber sucedido a su padre en el trono, Clodoveo entró en conflicto con Siagrio, el último gobernador romano de las Galias.

 

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Siagrio fue derrotado por Clodoveo en la batalla de Soissons en el año 486 d. C., y el gobernador romano huyó a Toulouse, con la esperanza de refugiarse bajo la protección del rey visigodo Alarico II. Clodoveo exigió a los visigodos que Siagrio le fuese entregado, a lo que Alarico accedió. Siagrio fue llevado de regreso a Soissons, donde fue decapitado.

Siagrio es apresado y llevado ante Alarico II, quien da orden de entregarle a Clodoveo I. (Public Domain)

Siagrio es apresado y llevado ante Alarico II, quien da orden de entregarle a Clodoveo I. (Public Domain)

Clodoveo continuó su campaña militar, conquistando muchas ciudades importantes, entre ellas París, Rouen y Reims a finales del año 486. Hacia el 491, gran parte de la Galia occidental estaba ya en poder de Clodoveo. Para esta época, Clodoveo ya había ordenado asesinar a varios reyes francos, anexionando sus reinos al suyo. A principios del siglo VI, Clodoveo derrota a los visigodos en el sur de las Galias, incorporando gran parte de lo que hoy es la región de Aquitania a su reino. A la muerte de Clodoveo, en el año 511, todos los francos de las Galias se encontraban unidos bajo el poder merovingio.

Venganza fría

Otra importante contribución de Clodoveo a la historia fue su adopción del catolicismo romano. El cristianismo ya estaba arraigado en las Galias antes de la conversión de Clodoveo, y está documentado que su padre Childerico mantenía buenas relaciones con los obispos galos. Clodoveo continuó con esta política, que podría ilustrar el siguiente relato registrado por Gregorio de Tours.

Se cuenta que Clodoveo y sus soldados habían saqueado gran cantidad de iglesias tras derrotar a Siagrio en el 486 d. C. Entre su botín se encontraba “un vaso de un tamaño y una belleza extraordinarios.” El obispo a quien habían robado este vaso envió un mensajero a Clodoveo suplicándole que devolviera esta reliquia tan especial.

El rey condujo al mensajero de vuelta a Soissons, donde tenía establecida su residencia. Una vez allá, Clodoveo colocó el botín en medio de su ejército y explicó a sus hombres que quería personalmente que el magnífico vaso fuese suyo, de modo que no podía devolvérselo al obispo. Todos los soldados de Clodoveo, excepto uno, estuvieron de acuerdo en que aquel vaso debía ser entregado al rey. El soldado que se opuso dio a conocer su opinión dando un paso adelante y destrozando el vaso con su hacha de guerra. No solo eso, sino que al hacerlo gritó “Nada recibirás de este vaso salvo el lote que te corresponda por justicia.”

St. Remy, Obispo de Reims, suplicando a Clodoveo la restitución del Vaso Sagrado arrebatado por los francos en el saqueo de Soissons. (Public Domain)

St. Remy, Obispo de Reims, suplicando a Clodoveo la restitución del Vaso Sagrado arrebatado por los francos en el saqueo de Soissons. (Public Domain)

El vaso destrozado fue entregado al mensajero del obispo, y al parecer Clodoveo mantuvo su sangre fría en esta ocasión y se mostró calmado y paciente. Resultaba obvio que el rey no estaba muy satisfecho del comportamiento de su soldado.

Un año más tarde, Clodoveo se cobró su venganza. Pasando revista a sus tropas, el rey reconoció al soldado, y le reprochó el pobre estado de sus armas. A continuación, Clodoveo tomó el hacha de guerra del soldado y la arrojó al suelo. Cuando éste se inclinó para recoger su arma, el rey empuñó su propia hacha de guerra para destrozar la cabeza del infortunado guerrero, diciendo “Esto le hiciste al vaso en Soissons.”

Clotilde

La conversión de Clodoveo al cristianismo también puede encontrarse en la narración de Gregorio de Tours, y podría decirse que dio comienzo tras su matrimonio con Clotilde. Esta mujer era la hija del rey de los burgundios, y fervientemente cristiana. Clotilde se esforzó por convertir a su pagano esposo a la fe cristiana, aunque en vano. A pesar de su fracaso, Clotilde no se dio por vencida en su propósito de convertir a su marido. Sus esfuerzos finalmente dieron resultado cuando Clodoveo se encontraba en medio de una batalla contra los alamanes.

Clodoveo y Clotilde. (Public Domain)

Clodoveo y Clotilde. (Public Domain)

En el transcurso de esta batalla, el ejército de Clodoveo estaba al borde de la derrota, y fue entonces cuando el rey decidió rogar al dios de los cristianos. Clodoveo prometió bautizarse si conseguía la victoria. Milagrosamente, el enemigo huyó en aquel momento del campo de batalla, saliendo victorioso Clodoveo. Fue ésta la razón por la que Clodoveo se convirtió al cristianismo, y su esposa fue venerada más tarde como santa por su papel a la hora de conseguir la conversión de su marido.

Bautismo de Clodoveo. (Public Domain)

Bautismo de Clodoveo. (Public Domain)

Imagen de portada: San Remigio bautiza a Clodoveo, óleo del Maestro de Saint Giles pintado en torno al año 1500. (Public Domain).

Autor: Wu Mingren

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

vendredi 5 mars 2021

QUE ES UN NATIVO EUROPEO ?????

 

¿Qué es un nativo europeo?

                                       EUROPA NACION + REVOLUCION !!!!!

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¿Qué es un nativo europeo?

por Antonin Campana

Ejemplo: http://www.autochtonism.com

Según  Larousse  , una persona aborigen es alguien que es "   del país en el que vive   ". Esta definición tiene la ventaja de plantear correctamente lo que funda la autoctonía: la fusión de un linaje y un lugar. Sin embargo, la palabra "país" aquí carece de precisión y puede generar confusión.
 

¿Qué es un "país"? Entendemos que esto es un territorio, pero ¿de qué territorio estamos hablando: el de una aldea con su entorno, de una provincia, de un estado, de un continente? ¿Es un franco-condado que reside en Dauphiné una persona aborigen? Sin duda diremos que es un aborigen de Francia. Pero, ¿es esto cierto en la medida en que la línea ancestral de este Franc-Comtois tiene sus raíces en una provincia que no era francesa antes de 1678? Y luego la propia Francia, con sus fronteras cambiantes, ¿ha existido siempre? Y si Francia es una creación reciente, ¿cómo podría arraigar allí una línea que hunde su origen en las brumas del tiempo? Los límites convencionales y la autoctonicidad no evolucionan al mismo tiempo. En general, los límites trazados por el hombre (administrativos, políticos, provincial, nacional, estatal ...) son demasiado inciertas, cambiantes, fugaces, confusas y recientes para que la autóctona realmente dependa de ellas. Un alsaciano, por ejemplo, es un indígena del Imperio Romano en 212, un indígena del Reino de Austrasia en el siglo VI, un indígena de Francia desde 1648, un indígena del Imperio Alemán en 1871, un indígena de Francia en 1919 , un indígena de Alemania en 1940, y de nuevo un indígena de Francia en 1945. ¿De qué “país” será el nativo en uno o dos siglos? No significa nada. un aborigen de Francia desde 1648, un aborigen del Imperio alemán en 1871, un aborigen de Francia en 1919, un aborigen de Alemania en 1940, y de nuevo un aborigen de Francia en 1945. ¿De qué “país” será el nativo en uno o dos siglos? No significa nada. un aborigen de Francia desde 1648, un aborigen del Imperio alemán en 1871, un aborigen de Francia en 1919, un aborigen de Alemania en 1940, y de nuevo un aborigen de Francia en 1945. ¿De qué “país” será el nativo en uno o dos siglos? No significa nada.

Para superar esta dificultad, la noción de “país” debe ser reemplazada por la noción de “tierra ancestral”. El "país" es producto de las vicisitudes de la historia. Por el contrario, la “tierra ancestral” es el territorio donde vivió el linaje, cualesquiera que sean los azares históricos que cambian el nombre de este territorio, que lo dividen o lo vinculan a tal o cual posesión estatal. No importa que las fronteras estatales variables rompan “accidentalmente” la tierra donde vivieron los antepasados: la tierra ancestral existe en sí misma como un todo indivisible independientemente de la voluntad de los hombres. Por tanto, si dejamos de lado las fronteras que plantea la historia y si tenemos en cuenta las grandes migraciones intraeuropeas (que siempre han existido más o menos), la tierra ancestral de cualquier europeo es, sólo puede ser, en la memoria viva, Europa. Europa es patrimonio común de todos los etnoeuropeos. Y estos, antes de ser por casualidades de la historia de los nativos de Francia, Alemania o Rusia, son nativos europeos por naturaleza. Por lo tanto, establecemos la siguiente definición: “Una persona aborigen es una persona que se origina por ruta ancestral de las tierras ancestrales que habita”.

¿Significa esto que hoy no hay diferencia entre los pueblos de Europa? Claro que no. Simplemente subrayamos que el continente europeo es para todos los pueblos europeos su tierra ancestral, su tierra de los padres  para todos, su patria común (patria: del latín patria  : “tierra de los antepasados”). Esto es tanto más necesario recordar que las fronteras exteriores de los países europeos se han borrado bajo los golpes del globalismo y que las fronteras interiores (étnicas, en particular) las están dividiendo ahora. Llamarse a sí mismo gente nativa de “países” que realmente ya no están, y que no siempre han estado, sin duda debilita la noción de raíces nativas. Al contrario, es mucho más justo y sólido decir que eres un indígena europeo.de tel ou tel pays (la France, l'Italie…) : la notion d'Autochtonie repose alors sur les terres ancestrales européennes (le continent européen) , terres qui se confondent avec le Grand Peuple européen les habitant, de mémoire d'homme , desde siempre.

Por lo que precede, podemos decir que la expresión “aborígenes de Francia” es cuestionable, incluso si a veces la usamos para facilitarnos. Para ser más exactos, habría que decir: “Nativos europeos de Francia” (es decir: “Nativos europeos que viven en los 551.500 km 2 que circunscriben temporalmente el territorio denominado temporalmente Francia  ”). Desde este punto de vista, un español que vive en Francia es tanto un “europeo nativo de Francia” como un “francés nativo” (al igual que un francés en España es un “europeo nativo de España”). Atención: ¡esto no significa que un español sea francés o que lo hispánico sea lo francés!

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Del mismo modo, nos parece preferible sustituir la expresión “  francés de origen europeo  ” por la de “  francés de origen  ”. La expresión "  franceses de origen europeo  " se corresponde mejor con las realidades históricas y neutraliza el argumento clave del Sistema, según el cual los franceses "  todos descienden de inmigrantes en un determinado horizonte temporal". »(Herve Le Bras). La afirmación es correcta siempre que se defina al inmigrante en relación con las fronteras actuales, por definición temporales y accidentales. Desde este punto de vista arbitrario, un joven deshollinador de Saboya sería clasificado como "inmigrante" si Saboya no hubiera estado vinculado a Francia en 1860. Por el contrario, los valones que llegaron a trabajar en Francia a finales del siglo XIX no lo harían. clasificarse como "inmigrantes" si Bélgica se hubiera quedado con Francia después de 1815. Todo esto, por supuesto, no tiene sentido. Lo importante no es la pertenencia jurídico-administrativa en un momento dado, sino la pertenencia al linaje e identidad. Más allá de un "horizonte temporal determinado" (estos últimos 50 años) los "inmigrantes  "Somos todos, o no muy lejos de ello, aborígenes europeos, miembros del Gran Pueblo Europeo, con la misma base identitaria europea que los franceses y es por ello que “convivir” fue posible. Hacer que la Autoctonía descanse sobre un “país” indiscutible (el continente europeo) y sobre un camino ancestral indiscutible (el linaje europeo) sería más justo y neutralizaría de antemano muchos sofismas que pretenden justificar el Gran Reemplazo. Agreguemos que esto uniría a los europeos enfrentados a los mismos desafíos del Gran Reemplazo y les devolvería en un mismo movimiento una verdadera patria, aunque para reconquistar.

Los estados-nación han convertido en receptáculos en los que el mundo se derrama ("   crisoles   "). Los países del pasado (“Francia”, “Alemania”, el “Reino Unido”…) son ahora parte del viejo mundo. La autóctona europea, por su parte, se ha perfila como un referente identitario poderoso e imprescindible. Expresión del derecho a la de los pueblos europeos, al mismo tiempo como base sobre la que los pueblos europeos pueden vivir su diversidad, la autóctona europea funda una nueva patria y revela un pueblo hasta ahora oculto por los trastornos de la historia: Pueblo Europeo .

Porque si todos los aborígenes europeos han heredado la misma “   tierra de los padres   ”, entonces todos sus hermanos.

Antonin Campana

mercredi 3 mars 2021

GARCIA LORCA Y JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA .-

 

García Lorca y Primo de Rivera: la amistad que no fue

El biógrafo oficial del fundador de Falange desmintió que el poeta granadino pudiera conocer al político

Granada.- El Museo-Casa Natal de Lorca presenta la edición especial de su discurso 'Medio pan y un libro'
Busto de Federico García Lorca en el Museo-Casa Natal de Fuente Vaqueros DIPUTACIÓN (Foto de ARCHIVO) 05/06/2010 DIPUTACIÓN

Felipe Ximénez de Sandoval se había aproximado a la vanguardia artística española durante la Segunda República, aunque como simple espectador. De la mano del muy controvertido Ernesto Giménez Caballero había formado parte de la junta directiva del Cineclub de “La Gaceta Literaria”. Pero a él no le interesaba aquel mundo sino el político desde un punto de vista radical, por lo que en 1934 se afilió a Falange. Una vez concluida la Guerra Civil, se convirtió en uno de los mayores propagandistas del régimen siendo el arquitecto literario del mito de José Antonio Primo de Rivera. Eso es lo que quiso con una biografía, publicada en 1941, en la que glosaba, casi como si fuera un santo, a quien se consideraba por el franquismo como “el Ausente”. En “José Antonio. Biografía apasionada” -demasiado apasionada cabría decir-, entre mitos y leyendas, entre rumores y hechos, Ximénez de Sandoval reconocía que su querido José Antonio y Federico García Lorca podrían haber sido amigos, aunque no pudo ser. De esta manera, el biógrafo apasionado -como lo llamaba irónicamente Umbral- ponía punto final a una controversia que se venía arrastrando desde la muerte del político y del poeta. Para ello cuenta lo siguiente: “A Federico García Lorca -a quien José Antonio admiraba extraordinariamente y de quien decía que sería el poeta de la Falange -no hubo modo de presentárselo, aún cuando una vez me invitara el Jefe a ver “Bodas de sangre” en el Coliseum, y entráramos en el camarín de Lola Membrives para ver si estaba y conocerle”.  Sin embargo, pese a que parecía que todo esto quedaba de una vez aclarado para siempre, la controversia ha seguido hasta nuestros días. No son pocos los que todavía creen que existió realmente esa amistad de la que no hay pruebas. La leyenda ha sido alimentada hasta por libros, como “Rosas de plomo” de Jesús Cotta, que llegó a ser avalado con el Premio Stella Maris de Biografía Histórica. El ensayo, con no pocos errores y con tergiversación de datos, trata de demostrar lo imposible, aunque para ello incluso recorra a argumentos risibles, como decir que Lorca no se consideraba homosexual.

¿Cuáles son las pruebas que se aportan para señalar que aquella amistad existió? Prácticamente todo se limita a un único testimonio: el del poeta vasco Gabriel Celaya quien en varias ocasiones rememoró un encuentro con el autor de “Yerma” a quien había conocido en la Residencia de Estudiantes de Madrid en los años veinte. Entre ellos siempre existió una buena amistad, algo que hacía que Lorca tuviera la suficiente confianza como para tirarle en alguna ocasión de las orejas si no estaba de acuerdo con algún comentario. Eso ocurrió en una ocasión, el 8 de marzo de 1936, en San Sebastián. El granadino se encontraba en el ateneo donostiarra junto con José Manuel Aizpurúa, un arquitecto falangista, y a Celaya, quien nunca ocultó su simpatía comunista, no le hizo gracia aquello. Celaya se negó a saludar a Aizpurúa ante la sorpresa de Lorca. Dejemos que sea el propio autor de “Se parece al amor” quien narre aquel episodio:     +  

“Me preguntaba Federico por qué no había querido saludar a José Manuel Aizpurúa, y por qué entre los dos, le habían creado una situación tan tensa. Yo trataba de explicárselo con frenesí, quizá con sectarismo, y él, incidiendo en lo humano, trataba de explicarme que Aizpurúa era un buen chico, que tenía una gran sensibilidad, que era muy inteligente, que adoraba mis poemas, etc. Hasta que al fin, ante mi cada vez más violenta cerrazón, reaccionó, o quizá quiso que abriera los ojos de sorpresa, con la confesión de lo terrible:

-José Manuel es como José Antonio Primo de Rivera. Otro buen chico. ¿Sabes que todos los viernes ceno con él? Pues te lo digo. Solemos salir juntos en un taxi con las ventanillas bajadas, porque ni a él le conviene que le vean conmigo, ni a mí me conviene que me vean con él”.

¿Le contaba la verdad? ¿Exageraba para sorprender a Celaya? ¿Le estaba tomando el pelo? Hasta la fecha no ha aparecido ningún testimonio ni documento que corrobore las palabras de Lorca. Todo parece ser una de las típicas bromas o exageraciones del poeta.

Hay, en todo caso, un testimonio que es importante y es el del pintor José Caballero, uno de los más íntimos colaboradores de Lorca. Su viuda me explicó que Caballero y Lorca, paseando por Madrid, coincidieron con el momento en el que José Antonio estaba realizando un mitin. El pintor, curioso ante aquel acto, quería entrar con el poeta, pero este se negó. No quería saber nada. Le espantaba el hecho de entrar en el teatro en el que estaba el líder de Falange.

Por esas fechas, años treinta, otro buen amigo de Lorca era Luis Hurtado, secretario del Premio Nobel Jacinto Benavente. Se veían en un bar clandestino de homosexuales y sabemos que el poeta lo tenía en alta estima, hasta el punto de regalarle un ejemplar de su edición limitada de la “Oda a Walt Whitman”. En 1937, Hurtado quiso rendirle un particular homenaje y publicó un texto donde hablaba de que a “la Falange le han matado su mejor poeta”. Sin saberlo, Hurtado había puesto en marcha la leyenda de un Lorca casi joseantoniano. Lo que debía ser un homenaje se convirtió en una leyenda urbana que pervive aún..-